Por alguna razón los estudios de seguridad y defensa en México tradicionalmente se han concentrado en el Ejército Mexicano, a tal grado de analizar a la Secretaría de Marina-Armada de México con los mismos elementos sin considerar aspectos fundamentales como la cultura e historia naval, incluso omitiendo que el territorio marítimo mexicano es más extenso que el terrestre y prácticamente la mitad de la población mexicana vive en estados costeros (57 de los 128 millones de acuerdo al INEGI, 2021).
El 7 y 8 de abril tuvo lugar el “Coloquio Histórico La Armada de México. A 200 años de su creación, mito o realidad” organizado por el Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) y transmitido en vivo por la plataforma Webex así como por el canal de YouTube de la Secretaría de Marina Armada de México, SEMAR (https://youtu.be/TAawbQUxsII).
El evento tuvo gran éxito entre el público en general que, a pesar de disponer con 5 canales de transmisión, la demanda era de tal magnitud que en ocasiones se saturó la transmisión por Webex y se solicitaba a la audiencia continuar por YouTube. Y aunque no se trató de la primera vez que el CESNAV organiza un coloquio histórico conmemorativo, si fue la primera vez que se abrió al público a través de la transmisión en vivo por internet.
Si bien fue a causa de la pandemia, no podemos hacer de un lado que se trató de un avance que debe aplaudirse y esperamos que sea el primero de una larga lista futura de eventos académicos organizados por el CESNAV con el objetivo de incentivar la relación civil-militar, donde los marinos expliquen por sí mismos la función de la institución a la cual pertenecen y los civiles tengan la libertad de preguntar, de frente, sobre temas de los cuales prolifera desinformación sin necesidad de recurrir a intermediarios, que en numerosas ocasiones, publican ensayos altamente subjetivos de acuerdo a sus elecciones racionales.
La celebración del Bicentenario nos alecciona sobre el paralelismo de su historia a la de México como nación independiente desde su fundación, por el mismo Agustín de Iturbide (Generalísimo Almirante) el 4 de octubre de 1821 como Ministerio de Guerra y Marina. La Armada de México transitó por diversas etapas de construcción altamente influenciadas por la historia sociopolítica de México, con rupturas y continuidades, reflejadas en diversas ocasiones, en severas carencias de flota naval para hacer frente a los episodios de Independencia, la Intervención Estadounidense, la Intervención Francesa y las dos Guerras Mundiales.
Otros aspectos que no son de dominio público, que el Mar Patrimonial de México fue proclamado por Maximiliano de Habsburgo, quien también estableció las primeras capitanías de puerto. Que Porfirio Díaz por recomendación de su jefe de Estado Mayor, Ángel Ortiz Monasterio (quien también defendió Palacio Nacional durante la Decena Trágica) consolidó por primera vez una flota de defensa y cimentó su profesionalización a través de la fundación la Escuela Naval Militar que enfrentó a la invasión estadounidense del Puerto de Veracruz en 1914.
Si consideramos que las Fuerzas Armadas mexicanas deben poseer legalidad y legitimidad para el ejercicio de sus atribuciones, la historia también nos alecciona al respecto, por ejemplo, después del golpe de Estado de Victoriano Huerta y bajo la narrativa de “Defensa de la Nación” la alineación de intereses alentó a la opinión pública en contra de los marinos que estaban en contra del gobierno de Huerta, cabe preguntarnos, ¿Cuántas veces se ha repetido este fenómeno y qué intereses subyacen al mismo?
Otra de las aportaciones del Coloquio, desde la Independencia de México se han presentado recurrentes problemas internos de inestabilidad política y confrontación ideológica, que a su vez, han conducido a diversos levantamientos armados civiles y militares y, como consecuencia, a la dificultad de control del territorio interno que más adelante se convirtieron en problemas de seguridad interior.
En la actualidad la Marina-Armada es la única institución con la facultad de ejercer el Poder Naval para defender la soberanía como marina de guerra, así como la protección de los intereses marítimos de México como guardia costera. La soberanía marítima es aún vigente en la época de auge de ataques cibernéticos se tienen presente su coexistencia con grupos de delincuencia organizada transnacional y piratas contemporáneos.
Finalmente, el coloquio puso en la mesa la necesidad de incentivar la investigación y difusión de la privilegiada y desafiante posición geoestratégica de México desde su noveno lugar mundial de Zona Económica Exclusiva (ZEE), décimo lugar mundial en extensión de litoral, así como de los 3 millones de km² de territorio marítimo frente a los 2 millones de km² del terrestre en un entorno global donde el 90% del comercio es a través de vías marítimas.
En conclusión, cada investigador de temas en seguridad y defensa podrá tener una opinión crítica a favor o en contra, sin embargo, existe un hecho irrefutable: las Fuerzas Armadas mexicanas existían antes de nuestra generación y seguirán existiendo después de nuestro tiempo y son testigos institucionales de la historia de México. La gran pregunta es: ¿Qué tipo de Marina-Armada necesita México de acuerdo a sus antecedentes históricos, geopolítica y desafíos futuros?
