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Mujeres militares, celebración y realidad

Algunas mujeres deciden dedicar su vida a ser madres y amas de casa. Algunas mujeres optan por dedicarse sólo a la vida profesional. Pero también un buen número de mujeres se desafían a sí mismas buscando el equilibrio entre ambas esferas, de esas mujeres un grupo muy pequeño se dedica al servicio a su Nación. 

El primer registro de una mujer que causó alta en el Ejército Mexicano data de 1934, lo que significa cuatro episodios fundamentales: Primero, 19 años antes de que se reconociera el derecho al voto de las mujeres mexicanas en 1953; segundo, 60 años antes de que se otorgara por primera vez el grado de General Brigadier a una Médico Cirujano en 1994; tercero, 73 años antes de que se aceptara el ingreso de mujeres a la Escuela Superior de Guerra, el Heroico Colegio Militar y el Colegio del Aire y finalmente, 87 años antes de la designación de la Primera Agregada Militar y Aérea adjunta en Sudáfrica (CESNAV/COLDEF: 2015), (@afajer en Twitter, 17 de febrero de 2021, https://rb.gy/hmyako).  

En la Armada de México las lagunas temporales no han sido tan prolongadas: En 1942 ingresaron las primeras mujeres a la recién creada Secretaría de Marina. En 1975 una teniente de corbeta fue la primera en embarcarse en el buque oceanográfico Virgilio Uribe. En 1989, la primera mujer obtiene el grado de Contralmirante. En 1988, ingresaron las mujeres a la Escuela Médico Naval y en 2008 ingresaron a la Heroica Escuela Naval Militar. En 2020 una teniente de fragata pasó a la historia como la primera mujer mexicana en ser comandante de una patrulla costera. (CESNAV/Colegio de Defensa: 2015), (@El_Universal_Mx en Twitter, 30 de agosto de 2020, https://rb.gy/3mi1yx).    

En el último semestre de 2020 la autora de este artículo tuvo el privilegio de colaborar en un equipo de expertos mexicanos del programa Enhancing Security in Latin America and the Caribbean para la elaboración del reporte Women’s Participation in the Security Forces in Latin America and the Caribbean (WIIS: 2020, https://rb.gy/sjgy0d), donde analizamos la situación de las mujeres en el campo de seguridad y defensa en México; nuestro trabajo se enmarcó en un proyecto a nivel Latinoamérica de la organización Women in International Security (WIIS).  

Como es de conocimiento general, el mundo militar es uno de los medios más difíciles para el desarrollo profesional de las mujeres, no sólo por las narrativas inherentes a la naturaleza de la profesión, sino porque los registros revelan la persistencia del machismo sistémico y de algunas narrativas e historias que circulan en el medio castrense y que dejan una imagen prejuiciada de la mujer militar como objeto de uso discrecional de Generales, Jefes y Oficiales.  

En aras de alejarnos de los prejuicios predominantes y acercarnos a las cifras oficiales, tratamos de comunicarnos al menos en tres ocasiones -ninguna de ellas con éxito- con la coronel Mariana de la Cruz, Jefa del Observatorio Observatorio de Igualdad y Mujeres y Hombres en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos (creado en 2011), a través de los canales oficiales de comunicación de SEDENA. Ante la falta de respuesta, nos vimos obligados a recurrir a fuentes internas anónimas del Ejército -como casi siempre-, para obtener la información sobre la cual basamos nuestro reporte.  

En el caso de SEMAR, la información disponible y actualizada en la página de internet no nos obligó al uso intensivo de fuentes extraoficiales y en el caso de la Guardia Nacional, debido a su reciente creación, no existían datos disponibles más que los lineamientos plasmados en los documentos institucionales. 

Tomando como referencia la agenda Mujer, Paz y Seguridad (WPS por sus siglas en inglés), implementada por la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU (UNSCR 1325) adoptada en octubre de 2000, para el caso de México partimos del Plan Nacional de Desarrollo (2019-2024) y del Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y Hombres (2019-2024). Con base a los documentos mencionados, consideramos que el Plan Nacional de Paz y Seguridad (2018-2024) no aborda la prevención y protección de violencia sexual y de género, a diferencia del Programa Sectorial de Defensa Nacional (2020-2024) y del Programa Sectorial de Marina (2020-2024), que efectivamente hacen referencia a la consolidación de la cultura de igualdad de género como objetivo.  

Una de principales conclusiones a las que llegó el equipo de México es que si bien el Ejército Mexicano, la Marina-Armada de México y la Guardia Nacional han incorporado los principios de igualdad de género en sus estrategias, planes y políticas, en la práctica no se refleja con claridad, por ejemplo, en la representatividad de la mujer militar en el ejercicio de mando, así como en el acceso a las mujeres a los rangos más altos de la jerarquía.  

De igual forma, las mujeres militares se concentran en su mayoría en las ramas médica y administrativa, con muy baja presencia en las ramas operativa, de combate o inteligencia. De las cifras oficiales actualizadas en 2020, sólo un 3% de las mujeres en el Ejército Mexicano y el 1% de las mujeres en la Armada de México estaban en puestos de responsabilidad (WIIS, 2020b, p. 3, https://rb.gy/9b1r7u). Otro aspecto es el relacionado a la falta de mecanismos externos de evaluación y vigilancia de las políticas y programas de perspectiva de género. 

A nivel Latinoamérica, de los 14 países analizados, México posee un promedio de 58 de un promedio regional de 64.60. Nuestro país se encuentra en el noveno lugar detrás países como de Argentina, Costa Rica, Uruguay y Chile. El promedio mexicano recupera una primera calificación de 60 para voluntad política, una segunda de 59 para la práctica de dichas políticas, así como una lamentable de 40 en monitoreo y evaluación de las políticas de género (WIIS: 2020, p.8, https://rb.gy/amsx4h), lo cual nos hace pensar que el gobierno de México al parecer no está muy preocupado por el cumplimiento de las políticas y programas en la materia.  

Esta situación nos indica que a pesar de la importancia de las Fuerzas Armadas para el ejercicio de gobierno del presidente López Obrador, algunos problemas sistémicos como la confrontación de la cultura machista militar contra la perspectiva de género se refleja no sólo en las variables analizadas, sino también en la falta de implementación y seguimiento de los instrumentos de las políticas de género en dichos sectores.  

En consecuencia, sólo podremos afirmar que las mujeres militares realmente poseerán influencia cuando participen no sólo en el mando, sino también en el proceso de toma de decisiones de SEDENA, SEMAR y la Guardia Nacional.  

México no podrá consolidar la igualdad de género, al menos en materia de defensa, hasta el día en que veamos a la primera mujer Agregada titular de Defensa en Estados Unidos, Comandante de Zona o Región Militar, que sea Jefe de Estado Mayor, Secretaria de Defensa o Secretaria de Marina. Hasta entonces como ahora, todo seguirá reducido a desayunos insípidos y rosas marchitas por el Día Internacional de la Mujer, ojalá nuestra generación pueda ser testigo de ello.  

Fuentes consultadas: 

CESNAV/COLDEF. (2015). “La participación de la mujer en las Fuerzas Armadas mexicanas”, en El Rol de la Mujer en las Fuerzas Armadas. Desde la óptica de los Colegios de Defensa de Iberoamérica. Bogotá, 2015, pp. 235- 256. 

Women In International Security (WIIS), (2020). Women’s Participation in the Security Forces in Latin America and the Caribbean. Washington, D.C. 

Paloma Mendoza
Paloma Mendoza

Profesora, investigadora y consultora. Licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública UNAM, Maestra en Gobierno y Asuntos Públicos UNAM, Doctora en Estudios Organizacionales UAM. Es egresada del William J. Perry Center for Hemispheric Defense Studies, CHDS National Defense University, NDU; Washington, D.C así como del ITESM, CIDE y el INACIPE. Ha sido profesora en el Heroico Colegio Militar HCM, de la Escuela de Inteligencia del Centro de Estudios del Ejército y Fuerza Aérea, CEEFA, la Comisión Nacional de Seguridad CNS, entre otros. Paloma Mendoza ha sido conferencista invitada del Centro de Estudios Superiores Navales, CESNAV y la Asociación de Egresados del Colegio de Defensa Nacional. Paloma Mendoza ha publicado diversos artículos científicos en publicaciones indexadas internacionales y forma parte de una nueva generación de mujeres analistas de seguridad, se especializa en temas de seguridad nacional, Fuerzas Armadas Mexicanas, inteligencia, hibridación de los conflictos bélicos y empresas de militares privados.

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