Integrantes de colectivos feministas del puerto de Cancún que se manifestaban en contra de la ola de feminicidios que desde hace varias semanas se han registrado en ese lugar, fueron reprimidas a balazos por policías estatales quienes hirieron a dos reporteros que cubrían la protesta.
La manifestación de las feministas se dio poco antes de las ocho de la noche y llegó hasta las puertas de la Presidencia Municipal de Cancún, que había sido tapiada precisamente para prevenir ataques de las manifestantes. El contingente, de unas 90 personas, llegó a la explanada y se acercó para grafitear los muros del lugar y las tablas de madera.
La manifestación subió de tono y los grupos feministas arrancaron las tablas, las rociaron de aerosol y comenzaron a quemarlas mientras otras y otros compañeros entraban a las oficinas de la municipalidad para sacar documentos y muebles.
Cuando esto sucedía, grupos de policías estatales salieron de los costados y la parte trasera del edificio portando armas largas, pistolas automáticas, escudos antimotín y toletes largos y comenzaron a perseguir a las manifestantes sal tiempo que empezaban a hacer disparos al aire y luego al piso.
Al menos dos reporteros fueron heridos: Roberto Becerril, del noticiero La Verdad, con un impacto en el hombro, y Cecilia Solís, periodista de Radio Turquesa, quien resultó con un balazo en el pie. Los dos fueron llevados a un hospital para ser atendidos. Se reportaron también varios detenidos y civiles golpeados por policías.
Dos horas y media después de la represión, la presidenta municipal de Cancún, Mara Lezama, emitió un mensaje en redes sociales acusando del ataque a la policía estatal, deslindándose de los hechos y precisando que ella nunca envió a la policía ni dio órdenes de reprimir. “Como ustedes saben, la policía no depende de mí, sino del Mando Único Estatal y son ellos quienes tienen que responder por lo que pasó”.
Lezama exigió castigo a los responsables, dijo apoyar a las feministas y a las mujeres del estado en sus demandas de justicia y exigió que los ciudadanos detenidos fueran liberados de inmediato. Sin embargo, tanto el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, como el secretario de Seguridad de Quintana Roo, Alberto Capella, ya se habían pronunciado al respecto deslindándose también de lo sucedido.
Capella insistió en entrevistas televisivas que fueron solo seis los policías que dispararon al aire “por miedo”. Sin embargo, videos tomados por ciudadanos y feministas muestran un contingente de decenas de agentes armados haciendo disparos y corriendo hacia los manifestantes.
Otros videos muestran detenciones de civiles por policías, aunque la Fiscalía de Quintana Roo aseguró que no tenía detenidos por lo sucedido. Fotos y videos de ciudadanos demostraban lo contrario.
