La SEDENA, como juez y parte, mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) se hace como que la virgen le habla.
Hace unos días CampoMarteMX reveló un cateo o inspección no aclarada de funcionarios federales en uno de los domicilios del general Salvador Cienfuegos Zepeda.
No hubo aclaración o detalles adicionales acerca de esa acción. Pasaron los días entre el silencio de la FGR, del gobierno federal y de la propia SEDENA hasta que…
En su edición impresa del miércoles 28 de octubre el periódico La Jornada publicó una nota reveladora acerca de una investigación realizada por la SEDENA para indagar si las finanzas del general Cienfuegos estaban limpias, sanas, correctas, confiables.
La indagatoria militar –que convierte a la secretaría en cuestionado juez y parte que se investiga a sí mismo con resultados que cualquiera puede adivinar– seguramente fue ordenada por el presidente López Obrador y ejecutada por elementos militares rigurosamente seleccionados.
La SEDENA, dice la Jornada, no encontró ninguna evidencia o pruebas de malos manejos, oscuras acciones o dudosos movimientos financieros en las cuentas del general Cienfuegos. Qué sorpresa.
El dato interesante aquí tiene qué ver con esa indagatoria, con la investigación ordenada y en la que la SEDENA, apoyada por otras instituciones, determinó que el ex secretario de la Defensa Nacional no habría cometido ninguna acción ilegal con sus dineros.
El cateo o inspección del que se dio noticia en CampoMarteMX, concordaría con esa indagatoria llevada adelante por la SEDENA y que fue dada a conocer por La Jornada como la primera respuesta del gobierno de AMLO a la DEA y al sistema de justicia norteamericano ante lo que ahora se califica en el medio militar como una detención arbitraria e injustificada al general Cienfuegos.
Por cierto, la SEDENA le acaba de prohibir a sus elementos de Servicios hablar o dar entrevistas o hacer comentarios acerca del arresto de su ex titular a quien nadie en Lomas de Sotelo se atreve a llamar por su nombre.
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